Es un proceso periódico y obligatorio llevado adelante en las instituciones Universitarias Argentinas para el fortalecimiento y mejora de la calidad académica e institucional. El mismo se encuentra establecido en el artículo 44 de la Ley de Educación Superior 24.521.
Se desarrolla en dos etapas, una autoevaluación que será llevada adelante por la institución y luego será complementada por la mira externa de pares expertos designados por la CONEAU.
El foco es, a la luz de la misión y los valores institucionales, la evaluación de la Universidad integralmente; por ello, no se particulariza sobre las Unidades Académicas o carreras; sino la integración de los distintos espacios y las políticas implementadas para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo institucional.
A través de la Resolución CONEAU Nº382/11, Anexo I; se fijan las dimensiones a ser evaluadas, y que serán relevadas en la visita de pares evaluadores:
Los motivos son varios: porque es un compromiso asumido por nuestra institución en el marco del Plan Institucional de Planeamiento; es una oportunidad de reflexión colectiva sobre el futuro de la institución y además, es una exigencia jurídica para todas las Instituciones Universitarias, condición para la revalidación del Sistema Institucional de Educación a Distancia.
La autoevaluación de la universidad es fundamental porque permite recoger la voz de los integrantes de la institución y reflexionar sobre su desarrollo, identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas para garantizar la calidad desde sus propio Proyecto Institucional, sus principios y valores.
Debe servir para interpretar, cambiar y mejorar las instituciones y programas. Es un proceso de carácter constructivo, participativo y consensuado; es una práctica permanente y sistemática que permite detectar los nudos problemáticos y los aspectos positivos.
Es una reflexión sobre la propia tarea como una actividad contextualizada que considera tanto los aspectos cualitativos como los cuantitativos.
La evaluación institucional no es un proceso de acreditación y no establece rankings entre las universidades. No tiene consecuencias jurídicas sobre la continuidad o no de la institución en su conjunto pero en esta instancia la universidad debe revalidar su Sistema de Educación a Distancia (SIED) para seguir ofreciendo carreras en esa modalidad.
El proceso se organiza en dos etapas: en primer lugar un proceso reflexivo institucional de autoevaluación. A partir del informe que produce la institución, CONEAU designa pares evaluadores que visitan la institución, conversan con sus miembros y producen un informe de evaluación externa con observaciones y recomendaciones para la mejora.
Toda la comunidad universitaria de la UNER –estudiantes, docentes, no docentes, funcionarios, graduados -, también se realizan consultas a referentes de la comunidad para conocer sus opiniones.
Toda la comunidad puede participar, incluso referentes de la comunidad que no forman parte de la institución. Existen varias formas: completando la encuesta, participando de los talleres y entrevistas grupales, acercándote a los referentes de tu facultad.
Los resultados se comunican a través de informes que son publicados por la CONEAU, además la institución utiliza sus medios habituales para comunicar los informes de Autoevaluación y Evaluación Externa. La transparencia en la difusión de los resultados es clave para el compromiso de toda la comunidad con los procesos de mejora y una política sólida de nuestra institución.